martes, 17 de julio de 2012

Implicaciones de la obligatoriedad en el nivel preescolar

Introducción
La obligatoriedad del nivel preescolar es una política puesta en marcha en el año 2002, mediante reformas constitucionales, que hasta la fecha no ha logrado sus propósitos en los plazos propuestos. ¿Por qué se propone al nivel preescolar como obligatorio y parte de la educación básica?, ¿Qué implica para el gobierno y para la sociedad poner en marcha esta obligatoriedad?, ¿Se ha logrado al menos parcialmente cumplir con los compromisos adquiridos?, éstas preguntas son las que me han llevado a profundizar en el tema y en este documento intentaré darles respuesta.
Como educadora la experiencia al trabajar en preescolar me ha permitido darme cuenta de primera mano de las competencias que se pueden desarrollar en este nivel, y su impacto en la formación de los niños, por lo que considero muy importante que todos en nuestro país se tengan las mismas oportunidades desde el inicio de la escolaridad.
El gobierno federal a cargo de Vicente Fox, adquirió el compromiso y la responsabilidad de proporcionar educación a todos los niños desde los 3 años de edad, esto mediante la iniciativa de ley, aprobada por la Legislatura LVIII en Diciembre de 2001 y publicada en el Diario Oficial en Noviembre de 2002. Las proyecciones se realizaron para que la obligatoriedad se diera en tres etapas:
“La educación preescolar será obligatoria para todos en los siguientes plazos: en el tercer año de preescolar a partir del ciclo 2004-2005; el segundo año de preescolar, a partir del ciclo 2005-2006; el primer año de preescolar, a partir del ciclo 2008-2009. En los plazos señalados, el Estado mexicano habrá de universalizar en todo el país, con calidad, la oferta de este servicio educativo”
La universalización del servicio en los plazos señalados es una meta que desde el momento de su propuesta se veía lejana, en el ciclo escolar en el que se debían cumplir los tres años de escolaridad, tenemos que se atendió a 4, 634,412 alumnos (SEP, 2009), lo que representa, según cifras oficiales (SEP, 2011) al 77.62% de la población de 3,4 y 5 años. Es interesante que las proyecciones actuales de la Secretaría de Educación Pública estimen alcanzar el 100% de atención a niños de 3, 4 y 5 años en el ciclo escolar 2029-2030.
Cabe aclarar también que la obligatoriedad tiene dos sentidos, el primero es la obligación adquirida por el gobierno de brindar el servicio y el segundo es la obligación que se adjudica a los padres de familia de hacer que sus hijos reciban educación básica, incluida la educación preescolar .
Si bien las reformas constitucionales contribuyeron al reconocimiento de la importancia de la educación preescolar, dicho reconocimiento ha sido sólo de palabra ya que no se ha dado la masiva apertura de jardines de niños ni la contratación de los docentes necesarios para asegurar la cobertura universal o por lo menos mayoritaria.
En este trabajo haré una breve revisión de los procesos políticos alrededor de la aplicación de la obligatoriedad, haciendo un recuento de los antecedentes de la misma, sus implicaciones, los resultados obtenidos hasta el momento y lo que falta por hacer.
La idea es además conocer la situación actual de esta política en el contexto en el que me desempeño como docente y parte del sistema educativo.
Fundamentación

Los cambios sociales y económicos y culturales, producto de la globalización, como el crecimiento y la distribución de la población, el aumento de la pobreza y la desigualdad social, hacen necesario el fortalecimiento de todo el sistema educativo para brindar oportunidades de desarrollo a toda la población de manera equitativa.
Durante los últimos años se han dado en México cambios sociales y culturales que impactan en la vida de los niños, entre ellos están el proceso de urbanización, el aumento de la población, el crecimiento de la inseguridad y la violencia, reduciendo los espacios de convivencia y esparcimiento, los cambios en la estructura familiar, jornadas laborales largas, poco tiempo y estímulos a los niños, la pobreza y la desigualdad, que ponen en riesgo a los niños de no alcanzar un desarrollo pleno, entre otros.
La educación preescolar se ha extendido en los últimos treinta años y desempeña una función de primera importancia en el aprendizaje y el desarrollo de los niños. El conjunto de transformaciones sociales y culturales son razones muy poderosas para la extensión de una educación preescolar de calidad, pero no son las únicas.
El reconocimiento de la importancia del nivel preescolar en la formación de ciudadanos y como institución que contribuye a la equidad de oportunidades es junto con los cambios sociales el sustento de la reforma constitucional, sin embargo no hay que olvidar que también obedece a presiones o recomendaciones por parte de organismos internacionales como la OCDE, manifestadas en los informes comparativos con relación a los otros países suscritos a dicha organización de la que nuestro país es miembro desde 1994.
Así en el informe “Doing better for children” (OECD, 2009) menciona que el nivel de bienestar de los niños mexicanos está muy por debajo de los observados en otros países de la OCDE, “México necesita fortaleces sus políticas sobre la infancia a fin de mejorar los resultados en las áreas de la pobreza infantil, la educación, la salud y la seguridad.”
El gobierno mexicano responde a estas observaciones mediante la implementación de programas que pone a cargo de las escuelas, y políticas como la obligatoriedad. Estas son las ideas que fundamentan la aplicación de esta política.
Antecedentes
A nivel internacional
Además de estar afiliado a la OCDE, México ha firmado varios convenios internacionales donde se incluye la Convención para los derechos del niño en 1990, las declaraciones de Conferencias Mundiales de Educación para Todos (Jomtiem 1990 y Dakar 2000), de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia (septiembre 1990) y de la Sesión especial de la Asamblea General de de las Naciones Unidas para la Infancia (2002).
Como consecuencia, sus políticas en el área de educación tienen que ser acordes a dichos convenios, así tenemos que acepta el derecho de los niños a recibir educación, a satisfacer sus necesidades básicas de aprendizaje, adoptando el modelo educativo basado en el desarrollo de competencias, y ampliando los años de escolaridad sean ahora una política pública.


A nivel nacional
El Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, propone la descentralización de los servicios educativos, e implicó a varios actores: el gobierno federal, la dirigencia del sindicato (tanto la nacional como la seccional) y los gobernadores. Fue un consenso entre dichos actores que dio como resultado la redistribución de los recursos y una primera reforma al artículo tercero constitucional.
Para dicha reforma, realizada en 1993, la exposición de motivos que hace el presidente Carlos Salinas al congreso de la unión menciona que “se precisa en la constitución la obligación que tiene el Estado de impartir educación preescolar, primaria y secundaria, la obligación de los padres de hacer que sus hijos la cursen sólo se aplica a los dos últimos ciclos citados”.
La obligación del estado de proveer educación preescolar no es nada nuevo, sin embargo los padres de familia debían decidir si se podría dar instrucción preescolar o su equivalente en casa o bien, de hacer que la reciban en los planteles adecuados. Se calificaba como “no razonable e injusto el que el preescolar se erigiera como requisito para ingresar a la escuela primaria” (SEP, 1993)
Dado que, en aquel momento, se argumentó la edad temprana de vida de los niños y se expresó que ningún país del mundo establecía la obligatoriedad, en este nivel. Por otro lado, en torno a la calidad educativa, el preescolar ha sido poco evaluado y varios estudios coinciden en que hay problemas de continuidad entre este nivel y primaria, reflejándose en un alto coeficiente de reprobación en el primer año, más los problemas asociados a un servicio de capacitación e instalaciones inadecuadas.
En el año 2000 se firma el Compromiso Social por la Calidad Educativa que busca ratificar la posición de poder del sindicato en el nuevo contexto marcado por la alternancia del año 2000, el cual incluye compromisos más retóricos que instrumentales.
En este marco de Política Nacional Educativa 2001-2006, se aprueba la nueva Reforma al sistema educativo, la obligatoriedad de la Educación Preescolar. Aún “sin haber hecho previamente un diagnóstico preciso sobre las condiciones en que se ofrecían los servicios educativos y las implicaciones que acarreaba esta política en ese momento y a futuro”. (INEE, 2010)
El nuevo Programa de Educación Preescolar entró en vigor a partir del 28 de abril de 2004 y la Secretaría de Educación Pública lo publicó en el Diario oficial de la Federación el 27 de octubre del mismo año. Pero en el Plan Sectorial de Educación de su sexenio “Fox no presentaba un proyecto específico para el nivel educativo de preescolar (…) no existían líneas de para la atención de este nivel educativo, y a pesar de la reforma constitucional, es prácticamente imposible alcanzar cobertura universal de la población de tres años de edad al año 2008, incluso parece que será difícil lograrlo al 2015” (Alaníz, 2009)
Implementación
La implementación de la obligatoriedad no trajo consigo acciones extraordinarias en cuanto a apertura de nuevos Jardines de Niños, disminuyendo incluso el ritmo de crecimiento sostenido desde el ciclo escolar 1980-1981 (Ver anexo 1).
La intervención de particulares en la apertura de centros de educación preescolar se divisaba como una intensión oculta en la implementación de la obligatoriedad, siguiendo la corriente neoliberalista, en la que el gobierno se deslinda de algunas de sus más básicas obligaciones, sin embargo la respuesta de capital privado no ha sido suficiente, siendo a la fecha solo el 10% de la educación preescolar manejada de manera particular.
En cuanto a los docentes de preescolar a partir de la reforma constitucional se estableció como requisito la para ejercer en esta profesión un título universitario, y para ello se ofrecieron opciones a las docentes en servicio para regularizarse (principalmente en los casos de jardines de niños particulares), en 2005 1105 docentes presentaron un examen de conocimientos para obtener el título de Licenciatura en Educación preescolar, y solo el 4.7% alcanzó el puntaje necesario para titularse (Alaníz, 2009).
Según el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (2010), los profesores de educación preescolar, necesitan de condiciones contractuales que faciliten la realización de sus tareas profesionales, como son: el tipo de contratación, el salario y la asignación a centros de trabajo cercanos a sus viviendas. En el caso específico de preescolar el sistema educativo tiene un gran reto para volver atractivo el trabajo de quienes laboran en escuelas de contextos socioeconómicos desfavorables, pues las educadoras que laboran en ellas enfrentan las condiciones contractuales más adversas.
A partir del ANMEB, las condiciones para la contratación son ahora el sustentar un examen de oposición para elegir a los “mejores docentes” sin embargo esta prueba no mide aspectos relevantes de la acción frente a grupo, sin embargo, la realidad es que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación controla gran número de plazas y las reparte a discreción, permite y facilita la herencia y venta de algunas otras plazas, boicoteando así su propio acuerdo.
La obligatoriedad implica además la creación de nuevas plazas, y por tanto la ampliación de la membresía sindical y la consecuente construcción de alianzas políticas, ya que el SNTE y su lideresa disponen de una fuerza de movilización que, en procesos electorales, puede ser decisiva en el triunfo o en la derrota, como en el caso de la elección de nuestro actual presidente. (Oppenheimer, 2010)
El aumento en la cantidad de docentes en el nivel ha ido de la mano a la apertura de nuevas escuelas, habiendo en promedio dos docentes por escuela y 20 alumnos por cada docente, sin embargo hay que considerar que estos promedios no son la generalidad de los casos, así tenemos que en la ciudad de Xalapa, Veracruz hay docentes que atienden a 30 niños, escuelas con una plantilla docente de 6 educadoras, y localidades con escuelas unitarias donde se atiende a 10 niños de los diferentes grados. La variedad de escenarios es muy grande y las desigualdades entre los mismos también.
En cuanto al hacer cumplir a los padres con su obligación de hacer que sus hijos reciban la educación básica, el Estado delega su obligación a las propias escuelas, pidiéndoles invitar a los padres de familia a demostraciones educativas, escuela para padres, etc., que les hagan comprender la importancia del nivel, del mismo modo se delega la labor de convencimiento para que los padres lleven a sus hijos a la escuela, pidiendo en algunos casos que incluso se hagan visitas a los domicilios de los niños en edad de cursar el preescolar por parte del personal del jardín de niños, siendo esta una actividad que no está establecida dentro de las funciones ni administrativas ni docentes.
Los padres de familia que no llevan a sus hijos al preescolar no son sancionados ni existe coerción alguna por parte de las autoridades, tampoco está claro que autoridades tendrían injerencia en ello.
La calidad es otra implicación a considerar en este proceso de obligatoriedad, pues en la urgencia por universalizar el servicio, como ocurrió con primaria y secundaria a partir de la convención de “Educación para todos” (1998) pueden descuidarse otros aspectos que contribuirían a una disminución en la calidad.
Situación actual en el entorno inmediato: mi experiencia
Hablaré ahora de la obligatoriedad del nivel en mi entorno cercano, el Jardín de niños José Vasconcelos en la localidad de Acocota, municipio de Acajete, donde me desempeño como docente del grupo de tercer grado.
En esta comunidad de 417 habitantes son 21 los niños que se encuentran en las aulas del jardín de niños, 14 de ellos en tercer grado y 7 en segundo. Aunque hay más niños en edad de cursar el segundo y primer grado y son tres las maestras asignadas a este jardín sólo hay dos grupos.
En el comienzo del ciclo escolar se invitó a inscribir a niños de tres años y cuatro padres de familia se acercaron a pedir su inscripción, por lo que el grupo no se pudo abrir (según la supervisión escolar debe haber un mínimo de 10 niños para abrir un grupo), por lo que aunque existió el interés de estos padres de familia y hay una maestra con el cargo de directora comisionada no fue posible atenderlos.
Aunado a esto las instalaciones del jardín constaba de dos aulas de material y una tercera, de madera, con las aportaciones de los padres de familia y el apoyo de las autoridades municipales (con material de construcción), se levantaron las paredes de block, aún así la instalación eléctrica no es adecuada y las condiciones climáticas de la comunidad dificultarían el uso de esa aula, en caso de que se abriera el grupo de primer año en el próximo ciclo escolar sería necesario compartir el aula.
Las condiciones laborales de las docentes que trabajamos en este jardín no son las más apropiadas, ya que todas vivimos por lo menos a dos horas de la comunidad y necesitamos viajar diariamente 4 horas en total, lo que disminuye nuestro tiempo libre y para realizar otras actividades de planificación y evaluación de las actividades. La situación familiar y académica de las docentes hace necesario que se desplacen a la ciudad de Xalapa diariamente y no existe un arraigo en la comunidad. Siendo que la mayor antigüedad en el jardín de una docente es de dos años, e incluso se encuentra buscando ya su cambio de adscripción.
Una situación muy común en la comunidad es que los padres de familia no se interesan en llevar a sus hijos al jardín de niños y si lo hacen quieren que sea hasta el tercer grado, pues según ellos les implica un gasto y consideran a los niños muy pequeños para asistir a la escuela.
Otro problema es el gran índice de ausentismo que existe en los niños inscritos, siendo la asistencia promedio de un 70%, esto representa retraso en la realización de algunas actividades y dificultades para el seguimiento real del desarrollo de competencias.
Las acciones que se han llevado a cabo en la escuela han sido el invitar a los padres a demostraciones educativas para que conozcan la forma de trabajo que se maneja en el nivel y hagan extensiva la invitación a la comunidad a inscribir a sus hijos. Se ha hablado también con los padres de familia de la importancia de la asistencia constante de sus hijos.
Resultados
En el informe del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (2010) se mencionan algunos resultados en la aplicación de la obligatoriedad entre los que destacan:
- “Muestra el interés por la educación de la primera infancia”, atendiendo a la población desde los tres años de edad en algunas escuelas, sin embargo este supuesto interés no se ha acompañado de las acciones pertinentes (infraestructura, contratación de docentes, facilidad para la apertura de grupos, verdadero seguimiento de la calidad en cada escuela)
- “Una lógica de equidad hubiera buscado mejorar, en primera instancia los servicios que se brindan a las poblaciones de contextos económicos desfavorables y garantizar que fueran adecuados a sus necesidades”, sin embargo la obligatoriedad del segundo y primer año se comenzó a aplicar en las escuelas urbanas, con recursos materiales y humanos que se necesitan más en otros entornos. Lo que ha contribuido a aumentar las diferencias y la brecha que existe entre un contexto y otro.
El informe concluye este tema diciendo que:
“En la actualidad, no existen las condiciones necesarias para brindar servicios educativos de calidad en todos los centros de educación preescolar del país. Debido a ello, continuar con la expansión de los servicios en las condiciones actuales, podría acrecentar aún más las desigualdades existentes y disminuir la calidad del servicio.” (INEE, 2010)
Además sugiere que las recomendaciones de las organizaciones internacionales van más en el sentido de que todo aquel que solicite la educación preescolar pueda ser atendido con base en sus necesidades (horario, calidad) y no necesariamente que todos los niños deban integrarse a ella. Lo cual me parece una postura muy interesante, ya que si bien se ha intentado atender a más y más población .las políticas no han ido dirigidas a atender verdaderamente las necesidades de la población, siendo impuestas las decisiones y con muy pocas modificaciones al estado actual de las cosas.
Los plazos establecidos para cubrir con el servicio no han sido cumplidos, y por lo tanto ha habido intentos por fijarlos nuevamente, ya que desde el año 2007la SEP notó que no sería posible atender a niños de tres años con las condiciones que se contaban en los plazos establecidos (Del Valle, 2007), por lo que se han presentado varias iniciativas de cambio de dichos plazos sin embargo la cámara de Diputados no ha emitido alguna modificación.
Lo que falta por hacer
La obligatoriedad del preescolar hasta el día de hoy es una política inconclusa, como muchas otras, y alejada de las necesidades y posibilidades de la mayor parte de la población que la requiere.
Los legisladores tienen ahora la tarea de valorar si es posible retrasar o si vale la pena mantener la obligación constitucional de los padres de inscribir a sus hijos de tres años de edad en la enseñanza preescolar, algunas Organizaciones no gubernamentales como Observatorio Ciudadano de la Educación plantean la conveniencia de modificar la reforma del preescolar haciendo obligatorios solamente los últimos dos grados.
Otras recomendaciones son hacer una planeación geográfica de las necesidades de educación preescolar en cada entidad federativa con objeto de que el servicio, sea público o privado, llegue a toda la población en edad de cursarlo, independientemente del grado de marginación de la zona que habita. Se debe poner el proceso educativo en el centro, con objeto de prestar mucho más atención a las prácticas pedagógicas en las aulas.
Considero que estas recomendaciones son apropiadas para el momento que vivimos y que además deben incluir una consulta extensiva y un verdadero diagnóstico de cómo va avanzando el proceso de obligatoriedad, rectificar aquellos puntos donde se ha caído en contradicciones.

Conclusiones
Retomando las preguntas que me plantee al inicio de este ensayo:
¿Por qué se propone al nivel preescolar como obligatorio y parte de la educación básica?
¿Qué implica para el gobierno y para la sociedad poner en marcha esta obligatoriedad? y
¿Se ha logrado al menos parcialmente cumplir con los compromisos adquiridos?
Puedo concluir que al proponer la obligatoriedad del nivel preescolar es estado pretendió legitimar su posición de total compromiso con los más pequeños y con los principios de equidad ante las instituciones internacionales que le presionan, aumentando también la cantidad de años de escolaridad obligatoria.
Por otro lado al interior del país buscó la apertura al sector privado así como junto con la creación de nuevas plazas, más maestros sindicalizados en el SNTE y de esta manera un trampolín para posibles alianzas políticas. Además se legitimó el trabajo de las y los educadores quienes aceptaron esta política como un logro.
Las implicaciones han sido muchas desde las más básicas como infraestructura y personal docente hasta otras como capacitación, formación inicial y continua, mejoras y modificaciones a los sistemas de supervisión y administración escolar, regularización de los preescolares particulares, convencimiento de la sociedad de la importancia del nivel, entre muchas otras.
A partir de los datos revisados y presentados en este ensayo puedo decir que si bien se ha ampliado la matrícula no existen verdaderamente las condiciones para cumplir con la ambición de ofrecer una educación de calidad para todos, ya que aunque los recursos humanos existen no es suficiente el esfuerzo de un grupo de educadoras, es necesario más apoyo y tomar en cuenta a la sociedad y a la base trabajadora en la toma de futuras decisiones.
En cuanto a lo que respecta a mi papel como educadora estoy segura de la importancia del preescolar por lo que continuaré transmitiendo a la comunidad en la que laboro mediante los medios a mi alcance los argumentos que defienden la inscripción de sus hijos por lo menos al segundo y tercer grado, que son por razones ajenas a mi control los grados que se ofertan.

Referencias
Alaníz, C. (2009). Factores de Impacto en el nivel básico. En A. H. Claudia, Educación básica. De la alternancia al conservadurismo. (págs. 137-150). México: Gernika.
Del Valle, S. (27 de Septiembre de 2007). El mañana. Recuperado el 6 de Mayo de 2011, de Nacional: http://www.elmanana.com.mx/notas.asp?id=18190
INEE. (2010). La educación preescolar en México: Condiciones para la enseñanza y el aprendizaje. México: Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.
OECD. (2009). Doing Better for children. Recuperado el 1 de Mayo de 2011, de www.oecd.org/els/social/childwellbeing
Oppenheimer, A. (2010). México: El reino de"la maestra". En A. Oppenheimer, ¡Basta de historias! la obsesión latinoamericana con el pasado y las 12 claves del futuro (págs. 321-351). México: Random House Mondadori.
SEP. (1993). Esposición de motivos para la modificación del artículo 3o. México.
SEP. (Septiembre de 2009). Estadística Histórica del Sistema Educativo Nacional. Recuperado el 5 de Mayo de 2011, de http://www.dgpp.sep.gob.mx/Estadi/NACIONAL/index.htm
SEP. (Enero de 2011). Sistema Nacional de Información Educativa. Recuperado el 5 de Mayo de 2011, de Serie histórica y pronósticos de indicadores educativos: http://www.snie.sep.gob.mx/indicadores_y_pronosticos.html




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